El mundo es plano, aburrido y seco, cuando ves un rostro los has visto todos; es por eso que nuestra imaginación se desborda a múltiples ¿qué tal si? Y así nacen diferentes realidades que son plasmadas mediante lápiz y papel.
Ilustrar no es lo mismo que dibujar pues cuando dibujas plasmas, en algún medio como es el papel o una computadora, una figura cualquiera cuyo fin es únicamente el dibujo mismo.
La ilustración es diferente pues tiene una finalidad de comunicación y sirve para transmitir un mensaje más profundo. En esencia la ilustración tiene un fin comunicativo y no se limita únicamente a dibujar pues es posible ilustrar utilizando otros medios como las fotografías, gráficas e infografías.
Al proceso de ilustrar se le conoce como Cadena Ilustrativa, cada eslabón agrega nuevos elementos que finalizan en una ilustración eficiente que transmitirá claramente el mensaje deseado. Los elementos de la cadena ilustrativa son:
- 1 – EL CLIENTE
- 2 – EL PÚBLICO
- 3 – EL SOPORTE
- 4 – EL CONTENIDO
- 5 – EL PROPÓSITO
Tener tu marca con una ilustración te da un beneficio extra pues hace que le sea más amigable al cliente, manda un mensaje de mayor frescura, mayor apertura, además trasciende las fronteras del idioma, permitiéndote llegar a un mercado más amplio. Ejemplo: Bimbo, Sabritas.
Si bien quizá no todas las empresas sientan indispensable el tener su marca asociada a ilustraciones, todas pueden obtener beneficios de ellas, en especial cuando el mercado meta es juvenil. Los jóvenes (principal motor de la economía) son desesperados, desean satisfacción inmediata y se aburren fácilmente. Brindarles ilustraciones te ayudará a enviar el mensaje más rápido, aprovechando de mejor manera los escasos segundos de atención que la mayoría de los jóvenes dedica a cada estímulo que reciben del exterior. El joven vive bombardeado, más que cualquier otro, por señales que le indican que haga algo, que desee ser alguien o que necesita poseer tal o cual producto; mientras más intensas y frecuentes sean esas señales más probable es que el joven acceda a la presión estimular pero eso es algo costoso que sólo las grandes empresas, como Apple o Microsoft pueden manejar.
Cuando los recursos son ilimitados y puedes hacerte de los servicios de celebridades, como aquellos clásicos comerciales de Sabritas con Luis Miguel; en aquellos tiempos en que aquel era el Sol de México, tu mensaje llega de forma más rápida y eficiente pues el producto se asocia con un estímulo positivo, como es la celebridad a quien el joven pretende imitar.
En cierta medida recibir el apoyo de los artistas del momento es una forma de ilustrar pues la empresa está utilizando una imagen positiva para asociarla consigo y vender.
Pero, ¿qué pasa cuando tu empresa no tiene esos recursos casi infinitos? Es ahí donde entra la creatividad y es necesario buscar alternativas adecuadas para los diferentes presupuestos y así es que te brindamos la alternativa de la ilustración tradicionalmente dicha.
Aunque como se dijo antes, ilustrar no se limita a dibujar, en el sentido más tradicional esa será la principal forma de ilustración que vas a utilizar al ser la más rápida y económica.
Para que la ilustración sea exitosa no basta la calidad de la misma (la cual debe de existir en todo caso) sino que debe asociarse con una imagen positiva y fuerte, debe representar no sólo las cualidades del producto o marca a la que representa o acompaña sino también las fortalezas de la época y las tendencias del momento. Si necesitas un ejemplo más “ilustrativo” podemos recordar otra época pasada, cuando en los 90´s cada personaje de producto utilizaba lentes oscuros y andaba en patineta. Lo que se hacía con esas ilustraciones no era únicamente acompañar a la marca para que el cliente diga: “ey, ese oso de camisa roja y lentes oscuros es el de Zucosos” sino para comunicar “ey, Zucosos está en onda”.
Recordando la Cadena Ilustrativa, tenemos que tú, el cliente, llega a nosotros con una necesidad clara, que es la de que tu producto sea más fácilmente reconocible y más apetitoso para tu público meta.
Aquí tenemos ya dos de los elementos de la cadena ilustrativa: Cliente (tú, tu marca y producto) y el Público, que es a quien tú le deseas vender. Aquí el ilustrador (nosotros) tendremos que tomar en consideración tanto tus características (tu marca, tu producto, tu misión, visión, filosofía, etc) como las características del Público (demográfico, intereses, nivel socioeconómico, nivel educativo, cultura, etc). En el ejemplo de Zucosos tenemos a una marca de cereal que vende hojuelas de maíz azucaradas, de ahí un oso polar, blanco por el azúcar, cuyo mercado meta era el público juvenil pre-puber, quienes, en aquel tiempo, estaban interesados en el movimiento skate. Podemos ver que el oso tenía tanto las actitudes como la vestimenta del público al que iba dirigido.
En siguiente lugar tenemos el Soporte, esto es el medio por el que enviarás el mensaje. Puede ser de diversas formas y depende directamente del presupuesto del cliente y, por lo mismo, influye directamente en el proceso de la ilustración.
El Soporte puede ser algo muy tradicional como un póster, un libro, una revista, un vehículo. En presupuestos más amplios pudiera ser un comercial. Habrá que tomar en cuenta dónde será colocado, el tamaño/duración y los elementos que lo conforman.
El Contenido es en sí lo referente al producto, lo conforman los aspectos abstractos y directos que le dan forma al tema o contexto del producto. Por ejemplo un Cliente que venda pantalones de mezclilla, el tema es la ropa, pantalones en este caso, pero el contexto abstracto es la apariencia, la silueta, el “poder de atracción que conllevan” Es por eso que Levi´s puso salirse con la suya vendiendo pantalones si realmente enfocarse en ellos.
Finalmente el Propósito que es vender más, dar a conocer el producto en el mercado meta, demostrar las cualidades de tu marca, los aspectos que te hacen mejor que la competencia. Este último elemento define los aspectos a resaltar en el proceso de la ilustración y, por consiguiente, aquellos que serán “dejados de lado”.
Con estos elementos podemos pasar a la parte divertida que es el proceso ilustrativo en sí. Tomando en cuenta todos los aspectos que conforman la Cadena Ilustrativa es que dejamos volar la imaginación pero no desperdigada por todos lados sino siguiendo los cinco elementos ya mencionados. Así le damos una dirección adecuada a nuestras ideas de modo que éstas no se pierdan en el aire y seamos capaces de desarrollar la ilustración de una forma eficiente, en los tiempos acordados.